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Mostrando las entradas de octubre, 2007

POR UNA PREGUNTA...

Al finalizar una de mis clases la semana pasada y cuando el tiempo expiraba y ya todos los estudiantes recogían sus libros y cuadernos se acercó una estudiante a indagarme acerca del movimiento Punk y Metalero en Latinoamérica, en particular en Colombia. Ella me preguntaba específicamente acerca de las bandas de este tipo de música. La verdad tuve que hacer varios ejercicios mentales rápidos pero finalmente pude tejer algunas ideas y darle una visión general acerca de ese fenómeno en Colombia pero haciendo, eso sí, un énfasis principalmente en la época de finales de los ochenta y principios de los noventa, y en particular en lo que se refiere al movimiento en la ciudad de Bogotá. Sin ser un experto debo decir que tuve un buen amigo (Miguel Matallana Batista) que conocí en el bachillerato cuya amistad siguió en la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá quien me dio las primeras "lecciones" relacionadas con tal temática. Con él asistí a varios conciertos de la época princ

ELIMINATORIA ANDANDO

Ha arrancado la fase eliminatoria con miras a Sudáfrica 2010 y Colombia ya jugó sus dos primeros partidos. Después de las ultimas trágicas presentaciones de la Selección sea este el momento para una vez más creer que las cosas pueden salir bien. No perder con Brasil y empatar en La Paz no es fácil y aunque en puntos el botín suene a poco se ha comenzado de manera aceptable. Lo anterior se tendrá que ratificar con triunfos ante Venezuela y Argentina de locales en la querida Bogotá en noviembre. Qué bueno seria volver a esas épocas de Valderrama, Rincón, Fajardo, Leonel y demás, hoy quizá representadas en un Renteria, Aquivaldo, Falcao o Aldo... Ojala no fuera solamente un sueño...

LA CIUDAD Y SUS ROPAJES

El personaje, bicultural y bilingüe, principal de la novela "El común olvido" de Sylvia Molloy al regresar a Buenos Aires después de vivir por muchos años en Estados Unidos afirma: --- La dificultad de hablar de esta ciudad cuando se está aquí. Es como un vértigo perpetuo, no he conocido ciudad donde se pueda estar más a la deriva, sin tener la sensación de llegar a ningún lado. Los recuerdos de viajes anteriores, en su mayoría borrosos cuando no falaces, se han ido añadiendo a la vaga imagen que me llevé de chico, pero en lugar de componer una textura densa, en que cada capa va enriqueciendo las otras, una suerte de pentimento de Buenos Aires, como hubiera dicho mi madre en un momento oracular (uno de sus opinion days, como los llamaba para hacerla rabiar), mi Buenos Aires se deshace a cada paso. No es sólo que los lugares que creía conocer van siendo reemplazado (sic) por otros, es la ciudad entera que, como presa de un sacudimiento sísmico, se va desplazando, deslizánd