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Mostrando las entradas de 2009

LA SANTA FE

Cerré los ojos y vi que una noche salía raudo de mi clase de literatura despidiéndome con algo de desespero de todos los alumnos. Afanado por la hora llegué a mi apartamento y sin comer me senté frente al televisor a ver un partido de Independiente Santa Fe, uno de tantos. En el delirio de las imágenes, el sufrimiento era casi eterno, se comenzaba perdiendo, dos jugadores nuestros eran expulsados y una derrota más se veía venir. De repente, con el corazón en la mano, un Mago calvo nacido en Santiago del Estero y de nombre Omar Sebastián Pérez empataba el pleito con un golazo. Después, sobre el final nos pitaron un penal a favor que en otras oportunidades no lo hubieran hecho, y así terminamos ganando 2-1. Dentro del sueño entendí que íbamos a penales para definir un campeonato. Una vez más el viacrucis seguía, la tortura parecía no acabar, penales errados y siempre estábamos en desventaja rezando para que el rival se equivocara y tuviéramos la posibilidad de ganar… La fe no se acababa

ENTRE REINAS

Estoy por pensar que un país que se prepara todo un año para un concurso de belleza, en donde cada departamento gasta fortunas para enviar su candidata y en donde noviembre está sistemáticamente planificado para esta ceremonia circense, debe ser un país que merece su suerte y pretende ignorar su realidad refugiándose en un escape fantasioso y ante todo muy superficial. Lo peor es la manipulación inaudita de los medios, dándole protagonismo a un hecho que es de por sí burdo y frívolo. Y otra vez, la gente hipnotizada, la masa amorfa adormecida dentro de un sistema que obliga apenas a sobrevivir (jamás a vivir) “disfrutando” del drama novelesco de nuestra realidad entre reinas y aguardiente. En Colombia, como en la temática de las telenovelas latinoamericanas y las letras de los boleros, muchas veces no se piensa, se siente y con eso nos “gozamos” supuestamente la vida, porque Colombia, como dice el insulso lema nacionalista, es pasión… Pd: el tema de esta entrada surgió de una mini char

PARA UN DÍA OSCURO

Una mañana, una tarde, o una noche lluviosa y sombría, en la cual se encuentre aburrido/a y no tenga nada que hacer y esté cercano al laberinto de la melancolía, le propongo la lectura de al menos dos de los siguientes 11 cuentos de autores latinoamericanos, todos ellos de variado estilo y escogidos al azar sin mayores pretensiones. Después de leerlos, uno, se acercará a otro tipo de laberinto y/o dos, descansará pensando en alguna reflexión útil. El orden no obedece en absoluto a ninguna clasificación de calidad. “Sensini” de Roberto Bolaño “Mister Taylor” de Augusto Monterroso “La luz es como el agua” de Gabriel García Márquez “El guardagujas” de Juan José Arreola “Final del juego” de Julio Cortázar “A la deriva” de Horacio Quiroga “Hombre de la esquina rosada” de Jorge Luis Borges “Una lección de vida” de Roberto Fontanarrosa “Almuerzo y dudas” de Mario Benedetti “Arthur Rimbaud visita el Tequendama” de Eduardo García Aguilar “La noche de Aix” de Juan Rodolfo Wilcock

UNO DE AQUELLOS AMIGOS

Su popularidad en el colegio no era de aquellas que uno deseara tener en esa época. Buen alumno, pilo, sapo y “cuadernicola”. Lo empecé e a conocer bien en 1985, compartíamos pupitre en un salón del tercer piso del hoy Colegio Corazonista. Recuerdo que una vez tuvimos una pelea a la salida del colegio y un padre de familia nos acusó y los dos terminamos sancionados. Solamente peleé una vez en el colegio, y esa día todo terminó peor de lo que pensé. En unas vacaciones de ese año caminando cerca a la calle 40 con 19 me lo encontré en el Parque Brasil haciendo “veintiuna”. Me contó que tenía que habilitar Educación Física con el profesor Pedro Pongutá, algo que yo ya sabía. Uno de los ejercicios del examen era ese, pero él no llegaba a las “veintiuna”, hacía máximo doce. Miguel no tenía ningún talento para el fútbol pero era simpatizante del América de Cali. Esa mañana de chistoso agarré el balón con que practicaba y se lo boté a un balcón de una casa. Yo me fui riendo, el se quedó timbra

¿COLOMBIANOS FAMOSOS EN USA?

La población norteamericana en buena medida es ignorante en temas ajenos a sus fronteras, lo anterior una generalidad que se cumple rigurosamente cuando uno se refiere a la gente común y corriente, digamos, a los ciudadanos “de a pie”. Al mismo tiempo es una generalización que puede ser comprensible: “al imperio solamente le interesa lo del imperio”. En épocas de globalización, la cultura hegemónica sigue siendo la que se conoce, la que influye en otras, la que invade o la que se mezcla con las locales que están en una condición de inferioridad. Cuando voy a Colombia la gente sabe más de la cultura popular gringa que cualquiera que viva en Estados Unidos. El colombiano raso sabe de películas, artistas, deportistas, marcas de ropa y demás, cuyo origen es "USA". Lo anterior también sigue siendo para nuestra gente símbolo de “estatus” (algo que me sigue pareciendo aterrador) pues entre más “agringado” o “europeizado” se pretenda ser, mas civilizada y “de mundo” la gente se cree.

HUGO ERNESTO GOTTARDI: GRACIAS POR TODO, GOLEADOR

En los inicios de mi bachillerato, en el hoy rebautizado colegio Corazonista de Bogotá, cuando estaba en la frontera de la niñez y de la adolescencia tuve un héroe que me alegró muchos domingos. Sentado en Oriental General lo vi debutar un miércoles en la noche. Yo en verdad no necesité de Superman o de Batman, mis héroes de aquellas épocas fueron dos, primero Hugo Ernesto Gottardi y después, años más tarde, Carlos Fernando Navarro Montoya. Gottardi hizo todos los goles que quiso en Colombia. Era una mezcla de inteligencia, técnica y fuerza en el área. Gottardi era GOL, era ese nueve de área que perseveraba y finalmente acomodaba el balón en el arco rival. Aquel gladiador que jamás daba una pelota por perdida. Hoy, después de 23 años de su ausencia, y cuando aún sus recuerdos están más vivos que nunca, Gottardi ha vuelto a Bogotá a un muy justo y merecido homenaje. Sí, Gottardi ha vuelto a pisar la grama del Campin, a saludar a todos aquellos que lo vimos y jamás lo olvidamos; ha

LA CASA

Entre los años 1973 y 1979, y posteriormente entre 1982 y 1994 vivimos en la casa “de la calle 70”. Así la llamábamos por aquel entonces. La dirección exacta era: carrera 17 No 69 A 39. Una casa que en aquellas épocas de los setenta y ochenta pertenecía a una clase media que perdió poder paulatinamente. Con el tiempo el entorno del sector evolucionó velozmente, todo un barrio camino a convertirse en una incontrolable zona comercial. De repente aparecieron negocios de toda índole, algunos de ellos de “dudosa conducta” para la falsa moral bogotana. En su buena época el barrio se caracterizaba por el tránsito del tristemente desparecido trole que recorría la calle 72 y continuaba su ruta por la carrera 17. Los troles fueron rojos por un tiempo, era una alegría enorme montar en ellos. Me acuerdo que la casa se cimbraba con el paso del “bus con tirantas”. La casa me parecía bonita, en especial el primer piso, contaba con una sala amplia con pisos de madera y una falsa chimenea que le daba

WHITMAN

En 1994 como parte de un trabajo final para graduarnos en la Universidad Pedagógica Nacional, mi amigo Helver González y yo tuvimos que escoger un texto o un artículo original para traducir. Esto sucedió durante una clase-taller de traducción escrita del Inglés al Español. El trabajo que escogimos aquella vez era la titánica labor de traducir algunos poemas de Walt Whitman. Desde luego conocíamos algunas de las legendarias traducciones al Castellano de la poesía de este autor, pero lo de nosotros pretendía ser algo nuevo, diferente, algo así como actualizar dicho material. Entre los poemas que más nos cautivó estaba “Whoever You Are Holding Me Now In Hand”, poema que continúo aún leyendo y releyendo. Estando ahora en Bogotá y rebuscando papeles del pasado me encontré con este manuscrito. Dejo en esta ventana esta imperfecta traducción y lo hago también como un pequeño homenaje a Helver, amigo que a pesar de su desaparición siempre está en mi pensamiento. TU QUIENQUIERA QUE SEAS QUE ME

JERÓNIMO

En los albores de la década del ochenta, una época mágica para mí, aparecían constantemente en la televisión local colombiana muchos cantantes de baladas que en general provenían de España. La lista sería larga si de hacer memoria se tratara. Dentro de esas oleadas recuerdo un cantante argentino llamado Jerónimo que al igual que muchos de ese entonces entonaba canciones románticas y se proyectaba con alguna fuerza dentro de la fuerte competencia. Jerónimo se hizo popular y llegó a encantar con su voz y letras por un corto tiempo pero sin dejar huella desapareció del panorama artístico y poco o nada se volvió a saber de él. Estando en Buenos Aires en el último tiempo pregunté por sus discos y nadie lo conocía, en alguna tienda especializada alguien me preguntó sorprendido si de verdad era argentino. La búsqueda llegó a ser extensa y me llamaba la atención que ni en Argentina ni en Uruguay se le conociera. En uno de mis últimos intentos en un almacén de discos y libros viejos cercano a

MBARETÉ*

Una de la ciudades más queridas que he visitado en los últimos meses es la cálida, (en todo sentido) ciudad de Asunción, capital del Paraguay. Pocas veces creo haberme sentido, siendo extranjero y turista, tan bien tratado y tan inmerso en la cotidianidad de la gente como me sucedió visitando esta pequeña capital latinoamericana. Paraguay para mí es sinónimo de amabilidad, hospitalidad, gente sincera y sencilla que acoge de una manera muy especial a los pocos turistas que se encaminan a descubrir un país tan agitado y sufrido históricamente como nuestra misma Colombia. Existe una vieja hermandad entre colombianos y paraguayos que se remonta a la trágica Guerra de la Triple Alianza en la que el gobierno de Colombia optó sabiamente, como pocas veces acontece, por brindar la ciudadanía colombiana a la población paraguaya que parecía ver desaparecer su patria ante el drama de una guerra desigual, que de hecho arrasó con buena parte de la población masculina de ese país. Desde entonces, aun

“HEREDIA ES UN PERSONAJE RESISTENTE Y CONTESTATARIO AL SISTEMA NEOLIBERAL”

El café Colonia en el centro de Santiago nos sirvió de sitio de reunión para hablar con el creador del detective Heredia y para conocer detalles de sus novelas policiales reconocidas ampliamente por la crítica literaria y el público en general. Ramón Díaz Eterovic de forma pausada y amable nos contó detalles de sus novelas y de su vida como escritor. Para continuar leyendo haga click aqui

Y, SÍ…

Me escribe un conocido y me dice irónicamente que comente el “oso” de Santa Fe en este campeonato. Y sí, lo comento pero rápido porque tampoco hay nada nuevo que decir… Una vez más eliminados, puesto 14 entre 18 y como de costumbre todos robaron… Desde dirigentes, técnicos y jugadores, todos roban no necesariamente de forma material; roban desde el hecho de cobrar lo que se les da la gana y no cumplir dignamente con su trabajo, con lo que se comprometieron. Y así le roban a pedazos la ilusión a una hinchada estoica, abnegada y noble. Pero igual no les alcanza para robarnos la fe. “La fe no se ha acabado”, canta La Guardia en el Campin. Creo que este equipo nació con un nombre que lo vence todo: ¡Independiente Santa Fe!

SANTIAGO II

Después de una segunda incursión en Santiago, esta vez sintiéndome menos turista que en la anterior, la ciudad me deja diversas impresiones, desde luego todas subjetivas. Santiago se muestra una ciudad muy organizada en cuanto al transporte, y en eso me refiero al servicio del Metro que es muy eficaz y puntual. Por lo general, los conductores de buses y carros le dan el paso a los peatones, situación ésta que en Bogotá, por ejemplo, sería poco menos que un milagro. Tal vez, es una de las ciudades más limpias y seguras que conozco de América Latina. Al mismo tiempo, la zona adinerada, Providencia, Las Condes, Vitacura, me parece que imita bien la escenografía de cualquier ciudad “gringa”. Es una mezcla de suburbio residencial de ricos mezclada con edificaciones de corporaciones y similares. Toda esta área cuenta con muchos edificios altos, de cristal, sedes de instituciones financieras, empresas extranjeras, multinacionales y bancarias. De este sector al centro de Santiago en Metro se

ESTEREOTIPOS

Definición: 1. m. Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. (rae.es) A. Observo una telenovela colombiana llamada “La costeña y el cachaco” que se transmite por un canal internacional colombiano. En la historia los colombianos caribeños son tipificados como ruidosos, poco trabajadores, dicharacheros, bailadores, tomadores de ron y mal hablados. Los cachacos (personas nacidas en el centro de Colombia, Bogotá por ejemplo) se muestran racionales, con “clase”, tímidos, parcos, cultos, bien hablados y clasistas. B. De cuando en cuando alguien me pregunta por acá, si la droga es legal en Colombia. C. Alguien que va a ir a Suramérica me pregunta cómo debe vestirse allá pues un “versado” conocedor de nuestra realidad, le ha dicho que los norteamericanos (y asumo que los europeos también) pueden ser identificados y por ende “atacados” o discriminados en América Latina pues muchas veces éstos llevan ropa de marca con alusiones al idioma Inglés. D. En Colom

LA IMPOSTURA RELIGIOSA

Estudié parte del bachillerato en un colegio católico de alguna trascendencia académica en Bogotá y en el país. Después de terminar la carrera, trabajé en un colegio bilingüe católico que educa, de manera muy tradicional, a un sector de la élite bogotana. Pasado el tiempo jamás pensé que el catolicismo, a pesar de la evolución de la sociedad y del mundo, siguiera teniendo tanto poder como lo tiene en Colombia. Después de viajar por diferentes países de América Latina, región en donde el catolicismo es la religión con más fieles, encuentro que en Colombia esa particularidad es tan poderosa que sus tentáculos toman partido, participan, ejecutan acciones, aconsejan y se involucran en cualquier actividad de la vida nacional. En Colombia cuando algo sucede el prelado de turno, el obispo, el arzobispo o cualquier otro jerarca de la institución aparece en los medios de comunicación brindando su opinión o “sabio” consejo. Puede ser el detalle o la noticia más superficial pero dentro de la cult

CIUDAD LITERARIA

Cuando cursaba cuarto o quinto semestre de la carrera en Colombia, el escritor, profesor y crítico literario Policarpo Varón me comentó que uno de sus grandes amores era la literatura argentina, representada por aquellos autores más que conocidos por todos. Con la pasión y al mismo tiempo con la pausada forma de hablar que lo caracterizaba – caracteriza - me contó esa tarde en el bar “Faro 73”, al frente de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, que en un arranque de locura, y viendo que no tenía medios económicos para viajar a la Argentina, había vendido su preciada biblioteca personal para irse a aventurar a Buenos Aires y así de esta manera conocer más de cerca lo que tanto le atraía. Varón aquella vez me narraba, como lo hacía en sus cuentos, que en ese inolvidable viaje había caminado por las calles de los relatos de Cortázar y que había frecuentado los bares y cafés a los cuales Borges concurría. La emoción de este profesor aquella tarde no la entendí muy bien, me parecí

LO QUE NO EXTRAÑO DE COLOMBIA

1. La insensibilidad social de los ricos. 2. El arribismo, el elitismo y la discriminación de las capas medias y altas. 3. El racismo y el sexismo solapado de casi todos. 4. La pretensión ingenua y a la vez terca de querer ser gringo, europeo y/o blanco. 5. La negación sistemática a lo indígena, negro y mestizo de la cultura colombiana. 6. La total inoperancia e incompetencia de los gobiernos a lo largo de la historia. 7. “La cultura del vivo” o la llamada “malicia indígena” encaminada a la corrupción. 8. La eterna y enfermiza hipocresía de la sociedad. 9. La continua alabanza a la apariencia en todos sus estilos y formas. 10. Los contrastes sociales tan abrumadores. 11. Aquella sensación que muchas veces se transforma en realidad: nada funciona como debiera. 12. El regionalismo excesivo que está salpicado de agresividad, violencia y discriminación. 13. La incapacidad para llegar a conciliar una guerra crónica que ha matado y sigue matando inocentes. 14. Los elementos aún visibles de u

W H I S K Y

A pesar de que lo sigo atentamente y con mucha ilusión, el cine latinoamericano me llega tarde, o tal vez llega tarde a muchos lugares por su precaria promoción. Ya había visto la película uruguaya Whisky (2004) en Bogotá, esta vez quise volverla a ver para confirmar mi admiración ante una historia realizada en un país de muy poca producción cinematográfica. Mis alumnos norteamericanos siempre se quejan de la lentitud y de la falta de acción de la mayoría de películas latinoamericanas que han visto; ellos acostumbrados a otro tipo de temática y de acercamiento a este lenguaje, muchas veces se pierden ante los laberintos temáticos de la filmografía latinoamericana que precisa de un contexto o un conocimiento introductorio del cual carecen. Whisky empataría perfectamente en esa perspectiva de lentitud y estatismo, sería un somnífero para algunos de mis estudiantes. La película se desarrolla en la melancólica capital uruguaya y sin necesidad de contar una historia complicada deja co

AQUELLAS CLASES

De las clases de literatura y de matemáticas del colegio guardo recuerdos agridulces. Pasadas más de dos décadas concluyo que no había método ni vocación de parte de la mayoría de los maestros, eran clases por cumplir que se iban convirtiendo en cargas pesadas para los estudiantes. De las de matemáticas no quiero recordar las de algebra de octavo y noveno, todas enfocadas a la minoría adelantada del salón que entendía formulas y era por naturaleza más diestra que el resto. Ese resto naufragaba o se moría en el intento, yo dentro de ese grupo en desventaja siempre llegaba a la orilla medio muerto, me salvaba en el último segundo del partido. En la literatura el panorama de los profesores y sus clases no cambiaba, a lo brutal se embutían textos a los estudiantes y en una camisa de fuerza decenas de preguntas exclusivamente relacionadas con el contenido de la novela o del cuento leído cumplían con la obligatoriedad de la evaluación. En estas clases, los profesores jamás invitaban al goce

ENCUENTRO QUE

Encuentro que este año Santa Fe armó un equipo interesante para el medio, esta vez el cuento del famoso “Ferrari” podría llegar a ser algo más que un cuento chino. Me entero que en el medio campo va a estar el ex Boca Omar Pérez secundado por Juan Carlos Quintero, ambos subcampeones en el 2008 con el Medellín. Además, en esa línea estará Maximiliano Flotta que siempre ha sido un perro de presa y que reencarna la tradicional, y venida a menos garra santafereña de siempre. Ah claro, volverá Luis Manuel Seijas, el volante talentoso venezolano titular de su Selección, aquel del gol contra el Real Madrid en Bogotá. Porque sí, alguna vez, no hace mucho, jugamos contra el Real Madrid en Bogotá y lo pusimos contra las cuerdas en el primer tiempo pero en el segundo, se pusieron serios y nos ganaron… Adelante, leo que estará el temperamental “Capitán Centella” Mosquera, el que prende la moto y se lleva por delante a todo el mundo, claro, cuando se le da la gana prenderla... Mosquera estará acomp

LO MISMO DE SIEMPRE

Pintura de Fernando Botero "Masacre en Colombia". Las medidas en Colombia se toman después de analizarse las tragedias que se hubieran podido evitar… Hace dos semanas estando en Bogotá asesinaron a un joven de familia pudiente en la Zona Rosa y el escándalo mediático estalló, ¿cuántos ciudadanos de estrato 1, 2 y 3 asesinaran en cualquier esquina colombiana diariamente y nadie se da por enterado? Bueno, esta vez como medida de choque habrá ley seca y toque de queda en horas determinadas en ciertas zonas de rumba nocturna. Después, todo volverá a su falsa calma hasta que vuelva a sucederle algo a un ciudadano de nombre y de esta forma se vuelvan a tomar medidas, y así sucesivamente por los próximos 300 años. Bogotá, ahora se siente más insegura de lo normal. Las medidas represivas que se toman para acallar voces no alcanzan, son paliativos dentro de un eterno círculo vicioso que lleva consigo una sociedad en donde la corrupción, la falta de oportunidades, la inoperancia esta