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Mostrando las entradas de marzo, 2009

CIUDAD LITERARIA

Cuando cursaba cuarto o quinto semestre de la carrera en Colombia, el escritor, profesor y crítico literario Policarpo Varón me comentó que uno de sus grandes amores era la literatura argentina, representada por aquellos autores más que conocidos por todos. Con la pasión y al mismo tiempo con la pausada forma de hablar que lo caracterizaba – caracteriza - me contó esa tarde en el bar “Faro 73”, al frente de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, que en un arranque de locura, y viendo que no tenía medios económicos para viajar a la Argentina, había vendido su preciada biblioteca personal para irse a aventurar a Buenos Aires y así de esta manera conocer más de cerca lo que tanto le atraía. Varón aquella vez me narraba, como lo hacía en sus cuentos, que en ese inolvidable viaje había caminado por las calles de los relatos de Cortázar y que había frecuentado los bares y cafés a los cuales Borges concurría. La emoción de este profesor aquella tarde no la entendí muy bien, me parecí

LO QUE NO EXTRAÑO DE COLOMBIA

1. La insensibilidad social de los ricos. 2. El arribismo, el elitismo y la discriminación de las capas medias y altas. 3. El racismo y el sexismo solapado de casi todos. 4. La pretensión ingenua y a la vez terca de querer ser gringo, europeo y/o blanco. 5. La negación sistemática a lo indígena, negro y mestizo de la cultura colombiana. 6. La total inoperancia e incompetencia de los gobiernos a lo largo de la historia. 7. “La cultura del vivo” o la llamada “malicia indígena” encaminada a la corrupción. 8. La eterna y enfermiza hipocresía de la sociedad. 9. La continua alabanza a la apariencia en todos sus estilos y formas. 10. Los contrastes sociales tan abrumadores. 11. Aquella sensación que muchas veces se transforma en realidad: nada funciona como debiera. 12. El regionalismo excesivo que está salpicado de agresividad, violencia y discriminación. 13. La incapacidad para llegar a conciliar una guerra crónica que ha matado y sigue matando inocentes. 14. Los elementos aún visibles de u

W H I S K Y

A pesar de que lo sigo atentamente y con mucha ilusión, el cine latinoamericano me llega tarde, o tal vez llega tarde a muchos lugares por su precaria promoción. Ya había visto la película uruguaya Whisky (2004) en Bogotá, esta vez quise volverla a ver para confirmar mi admiración ante una historia realizada en un país de muy poca producción cinematográfica. Mis alumnos norteamericanos siempre se quejan de la lentitud y de la falta de acción de la mayoría de películas latinoamericanas que han visto; ellos acostumbrados a otro tipo de temática y de acercamiento a este lenguaje, muchas veces se pierden ante los laberintos temáticos de la filmografía latinoamericana que precisa de un contexto o un conocimiento introductorio del cual carecen. Whisky empataría perfectamente en esa perspectiva de lentitud y estatismo, sería un somnífero para algunos de mis estudiantes. La película se desarrolla en la melancólica capital uruguaya y sin necesidad de contar una historia complicada deja co