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Mostrando las entradas de febrero, 2010

VAYAMOS POR PARTES IGUALES

Nadar en las gélidas aguas del mar de las editoriales académicas colombianas puede llegar a ser traumático como sucede en tantos y variados campos de la “colombianidad”. Desconozco si esto también sucede en otros países, quizá será parecido, pero estoy seguro que en muchas latitudes habrá una mentalidad más abierta, más universal, menos parroquial y mercantilista. En otros lugares no se pensara tanto en el negocio y lo más importante: habrá políticas más participativas y democráticas, palabras que se usan constantemente y que en la realidad se maquillan bien en nuestro medio (ahora me acuerdo de la famosa “seguridad democrática”, tan de moda en los últimos ocho años). Supongo que en Colombia se ha avanzado en número de editoriales académicas pues ya no serán las 5 de siempre. La mayoría de universidades en Colombia cuentan con sus propias editoriales aunque en varios casos éstas sean solo fachadas. Desde luego que en tales editoriales existirán posibilidades de publicar textos basados

AL NORTE Y SIN NOMBRE

Sin Nombre (2009) dirigida por Cary Fukunaga. Una familia huyendo de Honduras camino a Guatemala, sobreviviendo en México para llegar a los Estados Unidos. Un contexto de total desesperanza, un tren siniestro que transporta mercancías y productos y que a la vez es el único medio para llegar al país del norte, tierra prometida y única ilusión de cambio de vida. El contexto, Tapachula, ciudad fronteriza sitiada, ciudad convertida en hotel de paso, allí se aborda el tren y confluyen escenas de inmensa pobreza que igual se pueden observar en cualquier barrio marginal de un país X de América Latina. A la vez, la historia proyecta la juventud desolada y sin futuro representada en la problemática de la Mara Salvatrucha, imagen y delirio que nos transporta inmediatamente a la tragedia de las comunas de Medellín, a la vida de las villas de emergencia en Buenos Aires, a la violencia urbana en las favelas de Río, o al drama de los pueblos – barrios - jóvenes de Lima. Al final, algunos de los des