CIUDAD LITERARIA

Cuando cursaba cuarto o quinto semestre de la carrera en Colombia, el escritor, profesor y crítico literario Policarpo Varón me comentó que uno de sus grandes amores era la literatura argentina, representada por aquellos autores más que conocidos por todos. Con la pasión y al mismo tiempo con la pausada forma de hablar que lo caracterizaba – caracteriza - me contó esa tarde en el bar “Faro 73”, al frente de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, que en un arranque de locura, y viendo que no tenía medios económicos para viajar a la Argentina, había vendido su preciada biblioteca personal para irse a aventurar a Buenos Aires y así de esta manera conocer más de cerca lo que tanto le atraía. Varón aquella vez me narraba, como lo hacía en sus cuentos, que en ese inolvidable viaje había caminado por las calles de los relatos de Cortázar y que había frecuentado los bares y cafés a los cuales Borges concurría. La emoción de este profesor aquella tarde no la entendí muy bien, me parecí...