LO MISMO DE SIEMPRE

Pintura de Fernando Botero "Masacre en Colombia".
Las medidas en Colombia se toman después de analizarse las tragedias que se hubieran podido evitar… Hace dos semanas estando en Bogotá asesinaron a un joven de familia pudiente en la Zona Rosa y el escándalo mediático estalló, ¿cuántos ciudadanos de estrato 1, 2 y 3 asesinaran en cualquier esquina colombiana diariamente y nadie se da por enterado? Bueno, esta vez como medida de choque habrá ley seca y toque de queda en horas determinadas en ciertas zonas de rumba nocturna. Después, todo volverá a su falsa calma hasta que vuelva a sucederle algo a un ciudadano de nombre y de esta forma se vuelvan a tomar medidas, y así sucesivamente por los próximos 300 años. Bogotá, ahora se siente más insegura de lo normal. Las medidas represivas que se toman para acallar voces no alcanzan, son paliativos dentro de un eterno círculo vicioso que lleva consigo una sociedad en donde la corrupción, la falta de oportunidades, la inoperancia estatal, la marginalidad, la impunidad e innumerables males más se confunden, mezclan y crean una bomba de tiempo. Pero “la colombianidad”, como me lo repite mi amigo Mauro Hernández, da para eso y para más. Colombia es una tragicomedia de nunca acabar. Un drama del absurdo en donde la mayoría de la gente en medio del caos y de la adrenalina vive, sobrevive y hasta se divierte a ratos entre tanto “no futuro”. Y algunos por temporadas la “pasamos bueno” en Colombia, tan sabroso en el mar de la injusticia social y de la inequidad colombiana que anhelamos regresar, al menos de paseo, para reencontrarnos con los pocos amigos que quedan; para conocerla mejor; para rumbear y escuchar la salsa o el vallenato de moda; para caminar por el centro de Bogotá a pesar de que en cualquier momento lo puedan “bajar”… En fin, es tan confusa y desconcertante esta Colombia, esta Bogotá, que uno la convierte en un amor contradictorio, a ratos se le ama intensamente y en otros momentos es mejor evitarla, sufrirla, lamentarla, pero igual está ahí, acostándose y despertándose con uno todos los días.
Comentarios
http://www.semana.com/noticias-nacion/parabola-del-hampon/119493.aspx
Saludos,
Q.
A.
Soy cobarde. Espero un tiempo para enfrentarme con mi pasado que es el presente colombiano.
Incluso, he dejado de leer cosas... pasan igual que aca, pero aca las critico: "estos argentinos!" alla que voy a decir? "nosotros lo/as colombiano/as!"
Cuesta hacerse cargo... no? A mi me cuesta! y como la avestruz, meto mi cabeza en la tierra... que por cierto debe estar mas fresquita q el infierno de este endemoniado verano.
Un abrazo! Espero verte pronto!
A.