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LA GUARDIA: UNA NOVELA URBANA MUY FUTBOLERA


Dentro de las nuevas voces de la literatura colombiana aparece Gabriel Andrés Ramírez Durán con su exitosa novela La Guardia (2013). En ella, el autor nos sumerge en el mundo urbano del “barrismo” y la desenfrenada pasión de los jóvenes bogotanos por un equipo de fútbol tan tradicional como lo es el Independiente Santa Fe.

Por medio de una narrativa fresca, dinámica y muy contemporánea en lo que tiene que ver con el uso de los nuevos lenguajes de las redes sociales, surgen sus personajes que viven intensamente el fútbol, la ciudad y la rumba. Una novela recomendada que logró asomarse con personalidad a pesar de la tradicionales dificultades que enfrentan los escritores noveles para publicar sus textos. La Guardia es una apuesta por el fútbol, Bogotá y la literatura sin padrinos, una aventura que se debe apoyar.
A continuación una charla con el autor.

LGD: Cuéntenos quién es Gabriel Andrés Ramírez Durán, autor de la novela La Guardia.

GR: Soy un escritor bogotano santafereño, gótico y buena gente.

LGD: ¿Cómo surgió el deseo de escribir esta novela?

GR: Surgió a partir de querer hacer algo más con mi supuesta creatividad, ya que como copy (redactor publicitario), hay mucha barrera para explotar toda tu imaginación y escribir o crear lo que se quiera.

LGD: ¿Cómo interpreta usted el fenómeno del llamado “barrismo” en Colombia surgido
en el sur del continente y que se trata en su obra?

GR: El barrismo acompañado de violencia e intereses económicos se ha convertido en un peligro para la sociedad. Los barristas violentos son pandilleros con camiseta de equipo. Una pandilla muy grande y agresiva, y si hay bastante dinero y poder de por medio -como en realidad lo hay-, es un tema delicado.

LGD: En La Guardia existe una intensidad narrativa casi fílmica relacionada con la vida de los personajes y la trama de la historia, ¿cómo se logra esta fuerza en el texto?

GR: Gracias. Creo que viene de mi experiencia como copy en la cual al hacer guiones para comerciales se vuelve uno muy visual, esto acompañado de mi pasión por el cine. No quería una novela con mucha descripción, sino una con mucha acción y para ello opté por una narrativa intensa y sí, muy visual.

LGD: ¿Qué influencias literarias y no literarias tiene su escritura?

GR: Me gusta mucho la literatura urbana. La ciudad y los perros de Vargas Llosa me marcó. También leí un cuento en El Malpensante de un escritor cubano, en el cual el lenguaje era muy coloquial y vulgar; muy real, eso me gustó. Creo que para el mundo “barrista” una narrativa tradicional no hubiera funcionado.

LGD: ¿Qué tanto hay de realidad y ficción en la novela?

GR: Digamos que Gabriel y Pacho y en menor medida Kalimán, se alimentan de mis vivencias. Es una mezcla de realidad y ficción. Para mí fue maravilloso ver cómo los personajes cobraron vida y me halaban. Como si el genio creativo (si lo tengo, espero que sí , risas) me hubiera poseído.

LGD: El texto cuenta con múltiples aproximaciones discursivas: mensajes electrónicos, diálogos, virtualidad, todas dentro del mundo actual de la juventud y la tecnología. ¿Fue siempre su idea integrar en la novela esta pluralidad?

GR: Creo que fue algo muy orgánico. Más que planearlo surgió a través de la dinámica de los personajes y cómo se comunican las personas en este nuevo marco de la internet.

LGD: ¿Cómo define a los personajes principales de la novela?

GR: Gabriel es alguien que vive físicamente en los Estados Unidos, pero su cordón umbilical con Bogotá y sobretodo con Santa Fe nunca fue cortado, eso lo hace vivir en ese otro plano de también vivir en Bogotá a través de la nostalgia y del mismo equipo.
Pacho es un rockero único, no es “gomelo” pero vive bien, es viajado, trabaja en una de las agencias más importantes del país, se mueve en un mundo “gomelo” pero lo que lo apasiona es el rock y Santa Fe.
Kalimán es el típico barrista, aunque -a diferencia de muchos- él tiene la oportunidad de asistir a una universidad privada. Algo que lo marca es la pérdida de su novia. Debido a la pereza y otras circunstancias, dejé de escribir la novela y lo que me motivó a seguir escribiendo fue una tusa, la cual alimentó mucho al personaje.

LGD: ¿Qué tan importante es la cuestión urbana en la novela, en especial la representación de Bogotá?

GR: Mucho. Bogotá -al igual que Los Ángeles- e incluso Madrid son casi que otros personajes, por raro que suene.

LGD: ¿Qué le diría a alguien que desea leer su novela pero que aún no lo ha hecho? ¿Qué va a encontrar en ella?

GR: Que es un viaje interesante. Que tenga paciencia, pero que la lea completa, que seguramente será una grata experiencia. Obviamente el santafereño se la gozará mucho más.

LGD:  La editorial que publicó su libro no parece muy conocida, desde luego esto no tiene nada que ver con la calidad del trabajo, pero, ¿tiene la novela una buena distribución?

GR: La verdad es que la novela es un esfuerzo personal, yo la publiqué e imprimí por mi cuenta, me refiero a que contraté al alguien pero no tuve el apoyo de nadie. En la distribución tuve algo de suerte ya que la hermana de un amigo de La Guardia (la barra) trabajaba en "Panamericana". Es más, si el dueño de la “Tienda Roja” me hubiera colaborado, vendiendo la novela en las tiendas, seguramente me habría hecho millonario, no mentiras, azul nunca… risas.

LGD: ¿Qué otros proyectos se avecinan?

GR: Empecé a escribir una novela (Abnocto) que es sobre mis vivencias en el mundo gótico. Hay cosas de Gabriel y su mundo que se trasladan a ella.

 LGD: Finalmente un par de preguntas obvias y de cliché, ¿qué es Independiente Santa Fe para usted?, y ¿cómo maneja esa relación de amor a distancia, sabiendo que usted vive fuera del país?

GR: Es algo que como dicen “el que no lo vive no lo entiende’. Es una pasión y un lazo que me ata y me hala mucho. Nunca es lo mismo ver un partido por televisión e incluso por computador que en el estadio, eso duele.


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