Ir al contenido principal

POR UNA PREGUNTA...



Al finalizar una de mis clases la semana pasada y cuando el tiempo expiraba y ya todos los estudiantes recogían sus libros y cuadernos se acercó una estudiante a indagarme acerca del movimiento Punk y Metalero en Latinoamérica, en particular en Colombia. Ella me preguntaba específicamente acerca de las bandas de este tipo de música. La verdad tuve que hacer varios ejercicios mentales rápidos pero finalmente pude tejer algunas ideas y darle una visión general acerca de ese fenómeno en Colombia pero haciendo, eso sí, un énfasis principalmente en la época de finales de los ochenta y principios de los noventa, y en particular en lo que se refiere al movimiento en la ciudad de Bogotá.
Sin ser un experto debo decir que tuve un buen amigo (Miguel Matallana Batista) que conocí en el bachillerato cuya amistad siguió en la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá quien me dio las primeras "lecciones" relacionadas con tal temática. Con él asistí a varios conciertos de la época principalmente en el "Teatro La Mama" (sin acento) en el barrio Chapinero (Calle 63 No.9-60). Este teatro lo alquilaban para conciertos algo clandestinos sin mayor difusión los sábados y viernes en la noche. Allí se presentaron muchas bandas que triunfaron efímeramente o que simplemente naufragaron en su carrera por la fama. Recuerdo bien que en 1987 y 1988 la banda de “trash metal” más legendaria de la época, “Darkness” se presentó volcando media ciudad a "La Mama", un teatro por ese entonces pequeño y sin las menores condiciones de seguridad. “Darkness” fue quizá el trío metalero más popular en los círculos del llamado “rock combativo” de la capital colombiana y tuvo varios éxitos que incluso ahora en Internet se pueden escuchar en su página de “myspace”. Jamás olvidaré ni la carátula de su L.P. con caricaturas que representaban los personajes de la sociedad ni sus temas “Metalero”, “Espías Malignos” o “Agresiva”.
Haciendo justicia tengo que decir que Medellín fue una ciudad más metalera y punkera. Muchas de las bandas que se presentaban en Bogotá en esos años venían de Medellín. Una en particular dejó huella y se convirtió en la banda más sonada del país, alejada de cualquier estilo comercial y cumpliendo con ese bagaje “under” que caracterizan a algunos de estos grupos. La banda en cuestión era “Masacre”, y fue de las primeras en firmar con un sello extranjero, en este caso francés. La otra banda que debo nombrar que sigue siendo muy vigente todavía y que abrió los conciertos de Slayer y Metallica en Bogotá no hace mucho fue “La Pestilencia”. “La Pestilencia” de estilo punkero se formó en Bogotá pero su cantante estrella fue y sigue siendo Dilson Díaz, antioqueño radicado en la capital desde 1986 y que por aquellos días tocaba las puertas del programa "Nave Rokcosa" de la desaparecida Radio Fantasía pidiendo una oportunidad. De las tres “La Pestilencia” siempre fue la que más me entusiasmó. De hecho en uno de mis recientes viajes a Colombia compré en una discotienda de Unicentro (paradoja haberlo conseguido en un lugar tan comercial) un CD que reúne tres de sus discos. De "La Peste" siempre me “tramaron” sus letras agresivas que tenían algún contenido de denuncia social. Recuerdo, entre tantas, la de “Vive tu vida” cuyas estrofas gritan: “Vive tu vida, déjate ya de servilismos. Desde la cuna hasta tu tumba tienen elegido tu camino, cásate procréate y muere”…
Sin lugar a dudas quedan muchísimas bandas y banditas sin nombrar, me acuerdo por ahora de las exitosas Kraken, Kronos, Eutanasia y Neurosis, ésta última de grata recordación en Bogotá.
Muy animado por la pregunta de mi alumna dejo un video de “La Pestilencia” en un concierto en Nueva York, con Dilson Díaz empuñando la bandera de Colombia en un ritual de música, delirio y algo de denuncia. Los bogotanos de todas las clases sociales, ochenteros y que tuvieron algún interés en el tema reconocerán inmediatamente la energía alucinante que irradiaba y sigue irradiando “La Pestilencia”.

Comentarios

Isra dijo…
Muy POTENTE su reporte! Se translada uno a esos momentos inolvidables de chico rebelde que uno tuvo en el colegio y en mi caso en universidad pública. Le cuento que pude ver todas las bandas que mencionó (muchas de ellas aún en escena) tanto en Bogotá como en la bella Bucaramanga. Lo invito, y a todos sus lectores, a escuchar también otras bandas legendarias de los 90's como Purulent y leishmaniasis (http://www.myspace.com/leishmaniasisband)

Buen reporte! En realidad no pensé que usted fuera más allá de Def Leppard.

Bucara-man
Buena info. Markinho. Gracias por estar en la jugada.

Entradas más populares de este blog

SALAS DE CINE DESAPARECIDAS O REFORMADAS DE BOGOTÁ

Alguna vez escribí una entrada acerca de los desaparecidos pero inmortales teatros de cine de Chapinero y cómo las nuevas generaciones desconocían su existencia. Esta semana encontré un ejemplar del periódico El Tiempo de abril de 1985 y leyendo la sección de cines y de cartelera, encontré muchas salas hoy tristemente borradas del mapa urbano. Quizá la zona más afectada es precisamente la de Chapinero, barrio bogotano que contaba con diversas salas de cine que estaban regadas, en ese entonces, sobre toda la carrera 13 en pleno corazón comercial. Mi intención es que quede registro y memoria de la ciudad a través de esta lista. De esta manera recordando y conociendo el pasado podemos entender mejor nuestro presente y ojalá pensar en un mejor futuro. Desde luego la lista es incompleta, aquí empieza: Zona centro: Azteca: Calle 22 No 5-91 Bacatá: Carrera 9A No 23-25 Bogotá: Calle 22 No 5-62 Cinema 1, 2 , 3, 4 y 7: Calle 24 No 7-23 Coliseo: Carrera 7a calle 27 El Cid: Calle 24 ca

LO QUE QUEDA DEL TRANSMILENIO

Espero el TransMilenio en la estación La Campiña rumbo a la estación Calle 72. El bus articulado que me sirve es el F19. Son las 4 de la tarde, se acerca la hora pico. La estación comienza a llenarse de estudiantes, padres y madres de familia, obreros, mujeres solas camino a sus casas, niños y adolescentes. Sorpresivamente las puertas en donde paran los buses se abren, los censores están dañados, comienza el desfile de colados, 1, 2, 3, 4, 5 muchachos entre los 12 y 17 años abren las puertas de manera intencional desde afuera y se meten con mirada de “yo no fui”, se ríen burlonamente, no hay control. Al otro extremo hay un solo policía bachiller hablando con una agraciada pasajera. A los muchachos colados les da ataque de risa nuevamente, tan chistosos y valientes, digo yo. ¿Será que saben qué es civismo? Observo también como señoras con paquetes, hombres de corbata y jóvenes de todas las edades se saltan la reja de metal para no entrar a la estación por donde deberían. A todos les d

CHAPINERO Y SU MUTACIÓN

Leí hace poco un artículo en el periódico El Tiempo acerca de la desaparición de los teatros de cine de la zona de Chapinero en Bogotá. Todos estos escenarios cedieron su amplitud y comodidad al negocio de las salas “multi-plex” del presente. Chapinero sin duda es una de las áreas de mayor transformación de la ciudad. Parte de esos cambios están ligados a su fisonomía inestable. Por ejemplo, dentro de esta metamorfosis urbana surgieron cuadras que hoy por hoy están destinadas a whiskerias, moteles o “residencias” como se les llaman en Bogotá a los pequeños hoteles dedicados exclusivamente a alquilar piezas por horas o por noches a parejas. Las imponentes salas de cine de antaño regadas por la carrera 13, desaparecieron y en la actualidad son inmensas ferreterías, almacenes de ropa y zapatos, o son centros religiosos cristianos que se promocionan en radio y televisión. Algunas de estas iglesias contemporáneas tienen sus mismos formatos de antiguos teatros dedicados a sus cultos en Sao